Batalla política por la nominación de edificios municipales

El acuerdo de PSOE y PP para nominar varios edificios emblemáticos de Lucena con nombres de políticos fallecidos de ambas formaciones ha generado en los últimos días una polémica notable, por las críticas generadas no sólo desde los restantes grupos integrantes de la Corporación municipal por el modo de proceder de los partidos mayoritarios, sino también desde parte de la ciudadanía.

Así, populares y socialistas llevarán al pleno del próximo martes una propuesta cerrada consistente en nominar el Pabellón Deportivo con el nombre del que fuera alcalde Antonio Ruiz-Canela (PP);  a la Escuela Municipal de Música y Danza con el de la parlamentaria autonómica Araceli Carrillo (PSOE); a la Biblioteca Pública Municipal se le acuñaría el nombre de la también parlamentaria autonómica y concejala Rosa Muñoz (PP) y el Auditorio Municipal llevaría el del concejal Manuel Lara Cantizani (PSOE).

Ciudadanos ha hecho pública esta semana una enmienda a esta propuesta, en la que manteniendo los nombres y edificios acordados por PSOE y PP, piden que en igualdad de condiciones a los políticos antes citados, se rinda también homenaje a otros servidores públicos que ha tenido Lucena desde la política, como el primer alcalde de la democracia, Pepe Gutiérrez, o los primeros ediles Miguel Sánchez y José Luis Bergillos. El partido naranja incluye además en su enmienda como personas a las que dedicar espacios públicos de Lucena a la deportista Ernestina Maenza o al cofrade y comunicador Juan Parejo.

Este periódico ha podido conocer algunos pormenores sobre dicha cuestión. La nominación de vías y otros espacios públicos venía rigiéndose en los últimos años por un reglamento que, al contrario de lo que se viene diciendo, no exigía unanimidad para nominar las calles, bastaba una mayoría cualificada del 75% de los concejales, si bien la regla no escrita era la de nominar siempre por unanimidad, y si ésta no se alcanzaba (por distintos motivos incluidos vetos ideológicos o inquinas personales), el nombre que no la reunía se quedaba sin calle.

Pero la reciente derogación ya en este mandato corporativo del reglamento permite que las formaciones políticas puedan configurar mayorías diversas para aprobar la nominación de calles, que queda totalmente en sus manos, sin necesidad de trámites antes exigidos en el reglamento derogado como la apertura de expediente informativo, consultas a Participación Ciudadana o relación justificada de méritos de los personas propuestas para dar nombre a un espacio público en nuestro municipio. Simplemente los grupos políticos pueden nombrar a quien quieran y punto y de ahí la maniobra de derogar el reglamento.

Respecto a políticos fallecidos, el Ayuntamiento tenía compromiso con las familias de Antonio Ruiz-Canela, Araceli Carrillo y Manuel Lara Cantizani de dedicarles alguna nominación.

En el caso de Lara Cantizani, los acontecimientos se precipitaron el año pasado a las pocas semanas de su fallecimiento con una recogida de firmas un tanto irregular para solicitar al Consistorio que diera su nombre al Auditorio Municipal, pues había firmas repetidas o adhesiones de  asociaciones a la petición en las que en algunos casos los presidentes de las mismas no consultaron esta decisión con sus asociados y actuaron por su cuenta.

Las prisas del PSOE para hacer realidad esta nominación fueron frenadas por la oposición, que acordó proponer dar el nombre de Lara Cantizani a la Biblioteca Pública Municipal, posibilidad que fue rechazada por la viuda, que habría planteado que o el Auditorio o nada.

Y llegados a la polémica actual y a la espera de lo que ocurra en el pleno ordinario de noviembre, fuentes consultadas señalan que la base de datos donde se incluyen las propuestas ciudadanas de nominación de calles no deja de crecer y acumula ya un extenso número de peticiones para nominar calles con los nombres de lucentinos de todos los ámbitos, merecedores según sus proponentes de recibir tal honor por parte de su ciudad.