Juan Carlos Rubio sobre La isla: 'no temamos al dolor porque o podrá con nosotros o pasará'

La isla, de Juan Carlos Rubio, congregó en la noche del jueves a más de 350 amantes del teatro en el Auditorio Municipal. Este drama, escrito y dirigido por el montillano para la compañía Histrión Teatro, hizo contener el aliento a los espectadores durante los 70 intensos minutos en los que fueron testigos de la desintegración de una pareja sobrepasada por las circunstancias.
 
 
La isla aborda temas tabúes pero reales que hacen que el espectador salga con más preguntas que respuestas de una representación que, aunque intensa, deja pequeños momentos de respiro gracias a su montaje.
 
 
Tras La isla, Juan Carlo Rubio, Gema Matarranz y Marta Megías participaron en un pequeño coloquio en el que pusieron de manifiesto cuestiones como la dureza emocional de los ensayos en la búsqueda del dolor de dos madres ante la situación de su hijo, así como de dos mujeres que ven cómo se les acaba el amor. También de lo importante que fue montar esta historia como un ensayo de la obra misma, haciendo que las actrices salgan y entren de una situación de dolor que, además de ser una muestra del nivel interpretativo de Gema Matarranz y Marta Megías, supone también un alivio para el público, que puede soltar el pellizco con el que se llega a determinados puntos de la historia.
 
 
Antes de la representación de la La isla, Juan Carlos Rubio nos contó la influencia que Séneca tuvo para él en la creación literaria de este drama. 'Hace tiempo que tenía ganas de trabajar con una frase de nuestro paisano Séneca', afirmó 'que dice que no temamos al dolor porque o podrá con nosotros o pasará'. En este sentido, Rubio señaló que 'vivimos en una sociedad en la que no queremos afrontar el dolor, en la que pretendemos huir de las situaciones dolorosas, vivir con anestesia en una continua fiesta cuando el dolor está presente en nuestras vidas y la mejor manera de vivirlo es asumirlo y dejarlo salir'.
 
 
Séneca no es el único punto de apoyo sobre el que se sustenta La isla. Juan Carlos Rubio también se refirió a una conversación familiar en la que una prima 'que trabaja con niños de educación especial me hablaba a veces de que estos menores tienen una isla de conocimiento y eso me llevó a pensar en una historia con un niño especial y en una pareja afectada por ello. Y empezó a surgir esta isla que, en el fondo de lo que trata es de cómo esta sociedad a veces no nos permite expresar lo que sentimos abordando un tema tabú como es desear la muerte de alguien a quien amamos. Ese conflicto tan tremendo es el núcleo central de la historia'.
 
 
Este problema con la muerte, cuando no es natural, cuando tenemos o queremos decidir sobre ella, está siendo tratado en un nuevo espectáculo llamado 'Desmontando a Séneca' donde Rubio habla de la eutanasia. 'Yo creo en la muerte digna, aunque es difícil establecer dónde está el límite, quién puede marcarlo' sentenció.
 
 
En La isla, además de hablar del deseo de la muerte de un ser querido, también existe la historia de una pareja que se destruye por una serie de circunstancias. "Que sea una historia entre dos mujeres no es casualidad, por suerte esta situación ya está muy normalizada, pero hasta no hace mucho era un tema tabú también". No obstante, Rubio señaló que aún le quedan muchos temas que tratar 'la realidad está plagada de situaciones y conflictos que me interesan y ojalá que pueda seguir contanto historias distintas.
 
 
Juan Carlos Rubio quiso aprovechar para agradecer al Ayuntamiento de Lucena, a la Delegación Cultura y a su personal, especialmente al delegado de Cultura, Manuel Lara, y al técnico del área, Julio Flores, por el trabajo que realizan en defensa de la cultura, así como a la población lucentina  'que hace que Lucena sea una capital importantísima de la cultura'.
 
Autora: Soraya López.